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Mostrando entradas de 2013

EL SILENCIO ESTA EN EL EXTERIOR

Un amarillo que combinaba con sus aretes y con el color de sus dientes que se dejaban entrever por la sonrisa que siempre tenía puesta, repentinamente opacada ... ¿miedo a enamorarme yo? —se preguntó para sí— y ese pensamiento le estremeció hasta el punto de erizarle la piel. Se quedó con la mirada hueca y camuflada de recuerdos acompañados de lágrimas, ese momento respondía todas sus dudas. No importa llorar en el autobús, era el mejor lugar para hacerlo: lugares que no le pertenecían a nadie, lugares en los que escasamente alguien te conoce. Regresar a la sala y encontrar la vida del mismo modo en que la dejaste en la mañana cuando tiraste la puerta dejando atrás los gritos y las ilusiones; es una pena y un alivio a la vez, que nadie haya escuchado tus quejas y lloriqueo  ¿El silencio o las palabras de más? ¿qué  daña más? : El menor de los problemas es descubrir que estás enamorado.

THIS IS THE BUS STOP

Un cabello caído que jamás regresará a su dueño, una lágrima derramada que jamás me perteneció. Me muestre triste, alegre, enojada, cansada o conforme, el sentimiento causal es siempre el mismo: la soledad. Por más empeño que se coloque en desearlo, lo que te agrada no desaparecerá de la nada por eso ella se empecinó con él, o quizás era el sentimiento lo que sabía que después anhelaría. No existía nadie, solo algo; no existía tiempo, solo momentos; no existían frutos, solo raíces de una descuidada planta que jamás llegó a ser árbol. Yo también quiero terminar, también quiero salir, yo también me quiero escapar... así como el cabello, como la lágrima.

¿A QUÉ SABE EL AIRE?

Sus piernas no se mueven, pero sus lágrimas corren a una velocidad incontrolable; su único confidente no puede aconsejarle porque el silencio acontece súbitamente cuando es necesario  — como en esta ocasión. Cada palabra que inundaba su interior, prisionera dentro de sí en público; era, ahora, una de aquellas lágrimas libres en el silencio que inundaba la habitación blanca ligeramente oscura a causa de remembranzas y omisiones que contribuían a la alegría de la tristeza por su liberación y, a la tristeza de la alegría por su esclavitud. Se siente utilizada, se siente desgastada, se siente cansada: se siente como siempre; porque inocentemente creyó que esta vez sería diferente. No tenía ilusiones... el error talvez fue esperar, como las anteriores veces. No la desilusionaron, ella se desilusionó. Su vida sobrevive sobre un cementerio de adrenalina intravenosa que no murió en batalla sino falleció de envejecimiento prematuro. Debería sentirse también desdichada, puesto que lle

I'M LEARNING

You were the drop that spilled the rain. Now, you can be the unique color of the rainbow ... if you want, all crops could grow again ... I'll become someone else ... Just a second chance, Just other rain, Just a new book.

DIAGNÓSTICO DE REALIDAD

El delineador corrido mostraba el desastre que la atravesaba: demasiados sueños para ser reales, los mismos sueños que se desvanecieron con las tazas de insomnio que ella se tomó. El exceso de realidad era evidente en sus ojos. Tenía una cara expresiva, no cuando gesticulaba sino por la plaga de cicatrices que no había podido permitirse combatir; sin mencionar las ojeras, las mismas que le  servían para amar y todas las demás marcas que hablaban más de si misma que lo que yo hubiera podido ser capaz de descubrir en años de amistad. ¿Cuántas decepciones son necesarias para regresarnos a la insensibilidad? ¿cuántas realidades nos devuelven a nuestra propia realidad? ¿cuántos chasquidos necesitamos escuchar para dejar de recordar? ¿cuántos payasos necesitamos para encontrar la felicidad? ¿cuántas compañías hay que perder para no dejar de ser? ¿cuántas veces tiene que suceder para que deje de suceder? Para avanzar una milla, a veces, solo es necesario quebrarse un momento para luego

CORAZÓN DESCAFEINADO

Sos el primer momento; tardanza; esa parte que evidencia mi página de inicio; una hora desconocida; intención acumulada; lo que dicen y no quiero escuchar; el momento que da razones a la razón; 30 palabras; con frecuencia, una dirección equivocada; la dignidad en gajos de sentido común; lo que va a pasar; lo que viene; un barco hecho de ramas; una abeja confundida con araña; una sonrisa hecha de hormigas; definitivo en infinitivo constante; lo que me queda y ni aún así tengo; lo que uno nunca busca pero siempre termina encontrando...el retrato hablado de lo que pienso, es decir, solo recuerdos imaginados.

TELA ENTRE LOS DEDOS

Las pocas palabras se volvieron silencios. Y yo tejí esa distancia conformada de horas e intentos, de miradas —que son el espejo donde se arregla el subconsciente, de las palabras que uno se reserva, de la vida que a uno se le escapa o que ya entregó voluntaria o involuntariamente pero con consentimiento. Y lo que nos sucede ahora es eso: miradas. En especial, la última, la que me hizo saber que SI pero que NO se puede. Nunca supe si pensar era correcto y a estas alturas ya debería tener la suficiente mesura para entender que un beso en la frente implica algo serio con vos y tiene el sentido del que carece. Pero ambos somos artífices de las coincidencias, conspiradores del inexistente destino que nos unió y que siempre nos separa, del acepto que estaba implícito en cada negación aceptada, de los olvidos que fingís para mostrar interés y un poquito de desgano, de las insinuaciones con motivaciones ocultas. Aunque estés allá y el cristal del ascensor no se quiebre, aunque el olor

Café está bien

El cielo se dibuja en mi cráneo, mi nariz en un flujo de inutilidad y la voz es un espejo con el que se puede gesticular. La oscuridad es sólo un síntoma de la soledad del tiempo, es una espera en sincronía con la conciencia casi muerta de tanto leer. Los alejás inconscientemente, porque decís todo al revés y en lugar de decirles que siempre te sobraban les hacés creer que vos estorbabas en sus vidas, que ahora estamos así porque la separación debió anteceder la unión; pero lo trillado es un estilo anticuado para los simplones como nosotros, y lo al revés nos sale viceversa también. Cerca de 4 años para vivir, si no es que toda la vida y de eso culpo a mi reflejo y mis neuronas no regeneradas. En el vaso vacío también llueve y el arcoiris es sólo un prisma formado por el cristal de la tristeza y lo nublado de la razón. Solo seguimos caminando porque no podemos volar.

PAPEL TOSTADO

Son las 3 y la rutina se repite por cuarta vez, igual al número de pastillas que me mantiene con vida. Como el color sonido, la lengua permite hablar igual que las cicatrices de la lluvia. El elevador averiado se transformó en escalones por los que desciende a toda prisa el mismo canal acuático de agua salada que luego se almacena en un trozo de recuerdos; los violines y los ladridos son medios de transporte poco convencionales, por tanto efectivos, que jamás han detenido a nadie, en especial al sigilo. Los sentimientos se vuelven texturas y la ignorancia nos enseña una lección, el hilo fuera de lugar tras la llama de carbón incinerado provocado por un haz fugaz de humo después de 100 segundos igualados a la eternidad. La madera, como Alicia, se encoge en la harina que crece y la voz se apaga porque la incertidumbre existe. Son las 4, han pasado 36 eternidades y Alicia sólo estaba soñando. 

Call holding

Las teclas son timbres, según se usen, más efectivas que la voz para abrir puertas y las palabras, aparatos desarmados que esperan un ajustador quien puede tardar días, meses... inclusive es posible que su llegada nunca suceda y ellas siguen esperando porque poseen el don de la inmortalidad. Trozos de piel modificada vuelan con sus alas de queratina y masoquismo mientras el futuro se aproxima personificando un ataúd, transformando el movimiento en ruido. Atrapada en un cuarto de hora sin puerta junto a una aguja ligeramente más libre y ágil con los números que yo, con los ojos dentro de nubes reposadas en bolsas de dormir tejidas de recuerdos de agua salada y un arcoiris mal dibujado sobre el rostro... ¿quién iba imaginar que las amenazas más peligrosas provienen de uno mismo? Puedo permitirme ver sólo después de imaginar, esa ley supera la gravedad. La ignorancia es la cinta que divide nuestras vidas  y hace que una conversación subsista, que los temas surjan: confianza r

PELANDO PAPAS

Dependencia de lo imposible, eso tengo; eso tenemos todos. Resulta imposible escribir mientras se lee o imaginar mientras se vive. ¿Por qué no puedo utilizar bien un simple cuchillo? Un cuchillo siempre sirve para matar, en especial cuando es literario. En la cocina, mata sin efecto latente, mata vidas que nacieron para morir (como todos), pero que nadie extraña (como a mí) ... soy una verdura; en la calle, sorprende a  quien lleva felicidad implícita o una preocupación tácita en el rostro... es decir, debo estar inquieta porque el segundo síntoma me concierne.   Surge la idea de la muerte, tan presente como el ruido de la pared, tan real como la vida,  idea que mana después de meditar los sucesos recientes (no necesariamente malos, pero si molestos o tristes) y juntándolos con aquellos de la misma índole sin importar la relevancia... Y cuando deseamos morir es cuando más vivos estamos, porque hemos visto la vida de frente. Se necesita más valor para respirar que para deja

ERROR DE COMPILACIÓN

Los portazos son nuestro único medio de comunicación y mis manías, interminables bulevares en reparación. Ya no es notorio si está pagado el televisor o si la lámpara del cuarto ya encendió. ¡Qué equivocada soy! Digo soy porque, como en programación, estoy propensa a ser un error, al faltarme  algo, al agregar algo... al cambiar algo. Todo cambio está sujeto a condiciones, a arriesgarse que lo que funcionaba hace un minuto, por un punto, por una letra, por un igual: no funcione. La prohibición se hace posible y se arriesga la reputación por un simple momento que ojalá y valga la pena.  La vida se vuelve  un retortijón por no ser descubierto (aunque no sea nada malo realmente, pero el que sea prohibido lo vuelve malo en apariencia) similar al momento en que te percatás que olvidaste la calculadora y es día de parcial  de matemática o física... ¡así de lindo! Es decir, viene a vos  un sentimiento que te dice que no te queda de otra que pensar y como pocas veces, necesitás tener

SIN PAPEL HIGIÉNICO

El cristal reflejante de la gasolinera, no era más que una gota que se había escapado del descafeinado; se sentía frío, como ausente de luz porque se la robaba la calle, la que dirige a la rutina. ¿Por qué no es él? ¿por qué las cosas se ajustan de la manera incorrecta? ¿por qué no puedo estar ocupada, con alguien, con algo... siendo otra persona común que no atraiga ni a las moscas? Mientras papá intenta esbozar un discurso de la juventud y las cosas "normales del crecimiento" cuando ya hace mucho yo dejé de crecer y él lo sabe, porque él lo propició. Hecha puño en el albedrío de mis pensamientos y refrescando frases de apenas unas horas, contemplando posibilidades; porque para la gente como yo los hubiera son el pasado, el presente y el futuro, lo que nos impide soñar y, sin embargo, lo que mantiene la esencia de lo que somos, lo que pensamos y de lo que intentamos decir. En el salón aparece una línea, una línea tan fina y única como la del piso cuando se raya, que

SÍNTOMAS DE UN FRACASO DEFINITIVO

Como Casares, mi pesadilla continúa... no sólo continúa sino que es constante, como un laberinto en el que te divertís las primeras horas, pero al no encontrar salida te desesperás y llegás al punto más cercano a la verdad: la resignación; es que hasta que uno se resigna es capaz de ver las cosas como son y no como las ves, es capaz uno de soltar las apariencias en el drenaje y poner la cara, es capaz uno de rebajarse y, a veces, hasta denigrarse, cosas que no suceden cuando uno se anda con normalismos cotidianos vespertinos. En apariencia mi error es uno, pero en realidad mi error es otro: el inicio. Errar no significa equivocarse, pero a mi me sucedieron ambas cosas, o sea,  no me sucedieron las sucedí. No sucede siempre, pero cuando sucede, sucede del modo grosero y eso de sentirme bien siempre, a mi (y creo que a todas las personas que conozco) jamás me sucede. Mientras el té se enfría yo tengo la mirada fija más encontrada que nunca y me doy cuenta que no es té sino café

En el semáforo de la felicidad

Escribiendo un 22 de mayo en un 24 de febrero, quitándome el pegamento de las uñas y obstruyendo el paso del tiempo en el sistema matutino público.Así bien suceden 24 horas y sigo en "realidad inventada Mode" donde la tristeza es dinero, el agobio es felicidad y mis pensamientos se empacan en una caja de fósforo mientras se desgasta el grafito azul de la tontería hecha letra y el vacío profundo se vuelve pisadas dejando una huella que llaman experiencia, que no sirve de nada porque el dolor se queda y vos sucedés cuando te da la gana.  La confusión, la sumisión solo son escudos contra eso, contra lo que no conozco, ¿cómo me pedís...? No, no podés porque para encontrar un tesoro uno tiene que excavar y eso es vulgar. Me conformo así: sin que lo mio gire y vos viéndome a ratos, hablándome despacio e inventando comentarios; así, yo aquí tomando una taza de té que vibra con el boom de tus oídos al escuchar una voz ajena; así con infidelidades de nada, con  trozos de otros...

Untitled

Cuando el sol se oculta me recuerda la primera vez que te conocí —valga la aclaración de primera vez— porque en algunas sucesiones diarias o hasta mensuales, te conozco, te conozco bastante, poquito o diferente, es decir, varias veces y en algunos otros períodos de tiempo iguales, dejo de conocerte, pero al instante regreso nuevamente al ciclo de conocimiento, sumo nuevamente varias veces. Y es así, así de especial y único esto... así de diferente... así de desconocido.

REDES DE TORNILLOS AZULES

Me ve, quisiera hablarme para no tener nada que escribirme; lo veo, quisiera no hablarle para tener mucho que escribirle. Ambas situaciones suceden: Me habla, no le hablo; le escribo, no me escribe... por eso estamos como sucede.

VIDA DE PAPEL

La infelicidad se fue formando de coincidencias equivocadas, defectos a propósito, palabras a la medida del orgullo... Pero te sigo queriendo, como desde la primera vez que me pusiste nerviosa, como cuando te adueñas de mi frente con tus labios... así, yo creo que vale la pena —si vos también sos infeliz— corregir las acciones de plástico que colocamos en el lugar de las sonrisas enmarcadas; porque ¡aceptemoslo! Así de lejos, como ahorita, yo te pienso y por eso tocás, por eso vivís, por eso escribís, por eso sos quién sos cuando yo quiero... aunque ni siquiera reconozco tu voz, el conocimiento de vos nadie me lo quita, porque cuando duermo es hora de nuestros encuentros furtivos y ya de día, sólo te veo en medio del aburrimiento, cuando las ilusiones reales se vuelven superfluas, cuando la obligación es mentir para sostenerse. Entonces, ¿vale la pena seguirte imaginando?

V de Vos

Vos no tenés idea de lo que hay detrás de esto, de cada sonrisa, de cada despedida, de cada palabra que consumo como cafeína en una madrugada de estrés y sueño. Vos no sabés lo que hay detrás de mis sentimientos, porque carezco de ellos, pero aún sin ellos yo te he demostrado que te quiero. Vos no sabés que hay detrás de lo que espero, porque si lo supieras no tendría que esperar. Vos no sabés que hay detrás de mis desvelos, pero sabé que cuando duermo vos tenés que ver en ello. Vos no sabés nada de mi, de lo que me sucede, pero de todo esto la respuesta ya te la di.

PLUG AND PLAY

Vos estás en mi como yo estoy en vos: impregnado. Impregnados como las plantas de un invernadero cuando llueve, como la nostalgia que nos abate cuando estamos cerca, como el sello de la muerte, como el aroma ajeno que nos envuelve, como el pan sumergido en el café, como los versos de un buen escritor con inspiración, como los insectos en las telas de arañas, como la niebla en el cristal con la que formamos palabras, como el romanticismo en las pinturas, como el olor del café en las tres de la tarde, como la suciedad en las paredes, como la utopía en la imaginación, como los árboles en la tierra, como aquello de lo que carecemos, como el ayer en el hoy y  el hoy en el mañana, como el desuso de la razón de los dos, como las palabras ofensivas en los recuerdos,  como la desesperación por la luz en la noche, como la dirección en la correspondencia, como el tiempo y los relojes, como la ignorancia y los libros, como el anonimato en las ilusiones, como el polvo en el piso, como las sombras

EEC (Día de robot)

Me dirigía del celeste intenso al tenue de un cielo despejado, por aquella calle de siempre en el día 1638 de aquel año que se había hecho cinco, no tenía cabeza para otra cosa más que para el miedo —si es que entonces se tiene cabeza. Estaba concentrada, algo me decía que el cielo vaticinaba mi vida como una esfera de cristal. Llegué y, aunque aquella confianzuda mujer dijo recordarme, estaba segura de no tener ni un tan solo recuerdo vagabundo de ella. No era exactamente un hospital, pero tenía el mismo olor a malas noticias ese aroma a demasiado limpio combinado con humedad y fetidez provenientes de cadáveres que se mueven "conscientemente" podridos de conciencia: los pacientes. Pero no es sólo el olor, sino también los sonidos: a puertas, a teléfonos sonar, a desesperación y pensamientos (es decir, gente caminando sola con la vista en algo imaginario), las voces de valientes  — porque en esos lugares es preferible callar ya que elevan en gran escala los decibeles de

Gracias

Regresé a todo lugar en el que estuve y no está, quizá alguien la encontró y se la llevó, tal vez ahora esté mejor con alguien que le dedique tiempo y no la tenga empolvada en un rincón, tal vez ahora no le estorbe a nadie, tal vez ahora haga sentir a alguien lo que yo nunca pude, tal vez no la perdí sino que nunca me perteneció, tal vez todo fue un error y nadie lo notó, tal vez eso explica lo que soy y que no me haga falta, tal vez ahora alguien vive gracias a que yo muero.

Canela

Como esa vez que me enamoré... él era más alto que yo, leíamos juntos -siempre leíamos el mismo libro, íbamos por la misma página: él leía sobre mi hombro y a mi no me molestaba, su respiración era imperceptible-, hablaba con él -porque él únicamente se dedicaba a escuchar-, estaba ahí cuando las lágrimas venían a visitarme y siempre me hacía sentir mejor con esos silbidos perfectos que ocasionaba el viento y con el canto de sus pájaros. Más que mágico, era real. Estaba siempre ahí esperando a que llegara, no venía a buscarme porque sabía que yo iría, sé que si hubiera faltado algún día el final se hubiera anticipado porque él acudiría a encontrarse conmigo sin saber dónde o cómo, pero sé que lo habría hecho, él era fuerte -el ser más fuerte que haya conocido jamás-; pero como era mayor que yo también se me adelantó en eso que conocemos como "muerte", no diré que no me dolió, que ya me acostumbre aunque transite el tiempo o como dicen "el pasado es pasado"  tampoco