Cuando el sol se oculta me recuerda la primera vez que te conocí —valga la aclaración de primera vez— porque en algunas sucesiones diarias o hasta mensuales, te conozco, te conozco bastante, poquito o diferente, es decir, varias veces y en algunos otros períodos de tiempo iguales, dejo de conocerte, pero al instante regreso nuevamente al ciclo de conocimiento, sumo nuevamente varias veces. Y es así, así de especial y único esto... así de diferente... así de desconocido.
«...no se puede obligar a nadie a ser feliz.» Jorge Luis Borges