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Mostrando entradas de noviembre, 2012

Frases tuyas

Al final, logré entender el "junto a vos siempre". No, no es un lugar físico tampoco en la memoria ni en esas cosas que uno considera cursis, no es ni a mi derecha ni a mi izquierda y de una manera manifiesta tampoco en ningún punto cardinal, no tiene nada que ver con la imaginación ni con sentimientos. El "junto a vos siempre" es sólo una frase incompleta.

ROMPECABEZAS

Y han quedado pedazos de vos por todos lados: en la cocina, en la sala, en la habitación... pero sobre todo... sobretodo, en la memoria, en los recuerdos, en la vida mía. Pedazos que encuentro tirados de vez en cuando, cuando voy caminando en la ruta vespertina o me encuentro con ellos en la monotonía de cada día, me saludan y hacen que me detenga un rato, para conversar, y como todo aquel ser que uno desea olvidar me reclaman, me reclaman y me llaman orgullosa; cuando te fuiste nuestros encuentros eran más pausados, más seguidos, más repentinos pero con ganas de ser imprevistos, ahora, estando vos cerca, ya son más chiquitos, casi no suceden... Ahora, ahora no sos más que un rompecabezas, un rompecabezas de memorias.

Pastillas para no brincar

11:09 p.m ... Sí, la gente como yo debería estar dormida... ¿cuál gente como yo? La gente que no toma café, la gente que tiene una dieta reducida en carbohidratos, la gente que vive llena de miedos, de angustia, de secretos, de gritos, pero más que de prohibiciones, la gente que vive llena de pastillas. La gente que tiene miedo de salir y que eso suceda... ¿qué es eso? Eso es que las neuronas empiecen a ponerse rebeldes y, de la nada, empiecen a hacer como cortocircuito y ¡Poof! sucede. ¡Si! En fin... La gente que, como yo, toma pastillas para eso: la gente que toma pastillas para no brincar.

Lunes 19

Tomó algo de tiempo en que mi sistema digestivo dial (es decir, de días), triturara la idea que hoy es lunes, no cualquier lunes... Lunes 19.

Como siempre

Temo por ignorancia, temo a la ignorancia; pero no a cualquiera ni a la de todos, muchas ignorancias son buenas, muchas me hacen feliz, muchas ignorancias como las que se confunden con olvidos, pero esta (de la que tengo miedo) es diferente, es por tu causa, es por mi causa: es cuando me ignorás; cuando no soy nada, como siempre; es cuando no sé que hacer y me equivoco haciendo las cosas mal, como siempre; es cuando creo y supongo y olvido que, como dice papá, nada es cómo suponés; cuando creo en los imposibles y posibles con vos cuando ya hace tiempo esas cosas no suceden, ... Todo, todito eso y más se llama IGNORANCIA. Pero hay una ignorancia superior, una que me mata —si no es que ya me mató— una que me llega hasta las entrañas y al alma —si no es que ya expiró— esta ignorancia que no me permite saber porqué hago lo que hago si no me hace feliz, porqué me encapricho con vos si tampoco me hace feliz, en resumidas cuentas: ignorancia de felicidad.

VOS

A vos te quiero como antes, como hoy, como mañana, como fuiste, como sos, como serás; porque el "como" siempre será igual: VOS.

"No sabes cuánto he llorado"

Si quieres llorar, has que tus mejillas contengan las lágrimas, que las guarden para cuando estés sediento; haz que los dientes sobresalgan de entre tu boca y que las mejillas se te vuelvan redondas. Si quieres llorar, que sea cuando nadie te vea, ni siquiera la almohada; que no te escuche la pared. Si quieres llorar, deja de quererlo, porque las cosas nunca salen cuando quieres.