No tengo ganas de un pasado olvidadizo ni de las ostras del café Solo anhelo perderme en el vaivén de la corriente, caminar indiferente y llegar hasta las tres. ...la mente de un suicida doblez, diciendo ahora y no después; ...eclipse apagado en el atardecer, espacios divisores de palabras, granizo en primavera Un suspiro más y se nos hacen las diez, como siempre llegando tarde al ayer. Olor a tiempo, a ojos tristes, a lágrimas y arcoiris ocultos, olor a descuidos y olvidos, es decir, olor a mi nada de todos los días.
«...no se puede obligar a nadie a ser feliz.» Jorge Luis Borges