Escribiendo un 22 de mayo en un 24 de febrero, quitándome el pegamento de las uñas y obstruyendo el paso del tiempo en el sistema matutino público.Así bien suceden 24 horas y sigo en "realidad inventada Mode" donde la tristeza es dinero, el agobio es felicidad y mis pensamientos se empacan en una caja de fósforo mientras se desgasta el grafito azul de la tontería hecha letra y el vacío profundo se vuelve pisadas dejando una huella que llaman experiencia, que no sirve de nada porque el dolor se queda y vos sucedés cuando te da la gana.
La confusión, la sumisión solo son escudos contra eso, contra lo que no conozco, ¿cómo me pedís...? No, no podés porque para encontrar un tesoro uno tiene que excavar y eso es vulgar. Me conformo así: sin que lo mio gire y vos viéndome a ratos, hablándome despacio e inventando comentarios; así, yo aquí tomando una taza de té que vibra con el boom de tus oídos al escuchar una voz ajena; así con infidelidades de nada, con trozos de otros... sin cafeína en la nevera.
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