... disfrutaba siguiendo el latido luminoso de las antenas telefónicas, prediciendo el ritmo de un lento tambor escondido bajo la forma de una gotera después de la lluvia, jugando con las sombras para ocultar mi presencia pueril, mareándome inmersa en las iteraciones de un columpio peligrosamente a la luz de sus últimos días, entrometiéndome a experimentar antes de preguntar, dando vida con crayolas y tizas sin importar los garabatos, contando una historia sin siquiera saber el significado de la palabra "letra", haciendo recuerdos en trozos de primeras veces y terceras oportunidades a medias que no me cansaba de relatar, pintando huellas traslúcidas con mis pies descalzos en una danza desconocida... ¡Sí!...¡disfrutaba!.
Ahora te escucho y entiendo porque la gente se suicida, se droga, se encapricha, se frustra, se niega... ahora te escucho y entiendo porque ya no disfruto nada.
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