Ir al contenido principal

CARTA A MI MALA MEMORIA

Al encargado de dirigir los atrofiados y desgastados engranajes de mi retentiva:

             No comenzaré con un gastado saludo, sería más raro saludarme a mi misma que escribirme a mi misma, aunque hace un tiempo tomé la determinación de seguir al pie de la letra los modales que aprendí en aquel libro de etiqueta olvidado tras la sombra del jarrón que esta en la mesa del devocionario; frente aquella mesa me enseñaron a no avergonzarme públicamente de mis errores, aprendí mis oraciones, conocí personas: amigos de la familia. No escribo el saludo porque lo que quiero que recordés es ese libro, esa mesa y esas personas: mi infancia con todos sus "vívidos" detalles y si escribiera el saludo recordarías el saludo, te conozco, al final de cuentas sos mi esencia.

        Al escribirte, tenés que entender que la gravedad del asunto es peor de lo que tenés conocimiento: ya no me queda manera de apreciar recuerdos, entonces ¿cómo alimentar, crear o deshacer ilusiones?
No tengo recuerdos porque no he vivido; mis historias por contar se acabaron hace mucho tiempo, cuando el papel era más caro que los sentimientos y 23 minutos minutos no eran un "acabo de".

           Cobijo de demencia, inspiración errónea: esperar ser elegida o nunca haber sido descubierta entre las lúgubres líneas de las historias que, de vez en cuando, unen unas cuantas historias y separan a otras; no es una decisión sencilla, pero ya sabemos cuál es mi dirección entre esas líneas... Lo que quiero decir es que ya no esperemos, ya no busquemos, ya no fabriquemos, ya solo nos limitemos a recordar lo que nos producía algún sentimiento que no fuera odio, ni dolor, ni ansiedad lo más cercano a la felicidad que podamos llegar.

              Soy consciente que, con el paso de los años, cambiamos, de una manera distinta los unos con los otros y especialmente tú y yo, pero ambas nos volvemos más frágiles y sentimos el daño del tiempo en nosotros y el día a día se vuelve más difícil porque ahora el tiempo ya no se acopla a nosotros, como solía ser hace unos años, sino nosotros a él.

             Ambas sabemos de los "¡Ajá!" finjidos y de los cabos sueltos en las conversaciones, que son lo de menos comparados con las experiencias, las letras y todas las cosas que no soy capaz de saber si alguna vez experimenté... y ni se hable de las sensaciones de deja vú que quién sabe si vienen relacionadas con todo esto... 

             En ocasiones siento que te he perdido por completo, pero en ese momento, como por magia, me vuelvo normal... capaz de recordar, pero viene a mi un recuerdo desagradable, como por venganza y siento que no vale la pena tener memoria. 

            Si todo esto es una causa perdida, si pensás marchate, fugarte o la situación es que estás en modo automático o has dejado reemplazo, hazmelo saber pronto, por medio de un recuerdo no sería mala idea; sigo teniendo la misma dirección: Cerebro, Neuronas, Engrama.

              Espero tener respuesta tuya pronto,

                                                                              La que te alimenta de recuerdos dudosos y/o huecos.

Comentarios

Entradas populares de este blog

ONOMATOPEYA DE UN SUSPIRO

No tengo ganas de un pasado olvidadizo ni de las ostras del café Solo anhelo perderme en el vaivén de la corriente, caminar indiferente y llegar hasta las tres. ...la mente de un suicida doblez, diciendo ahora y no después; ...eclipse apagado en el atardecer, espacios divisores de palabras, granizo en primavera Un suspiro más y se nos hacen las diez, como siempre llegando tarde al ayer. Olor a tiempo, a ojos tristes, a lágrimas y arcoiris ocultos, olor a descuidos y olvidos, es decir, olor a mi nada de todos los días.

Llamada

Te vi en esa pared... no lo podía creer Te sentí al atardecer, pero no fui fiel De nuevo te llamé y volviste a responder A pesar de las heridas y la amarga hiel Hay una pregunta que me niego hacer Mas por amor no vas a enmudecer  

¿Cuánto es un montón?

Puedo escribir 206 en letras (se escribe doscientos seis) y si tengo una cantidad en letra la puedo traducir en números, se supone que cuando digo "un montón" hablo de una cantidad, entonces ¿cómo escribo eso en números? ¿qué número es un montón? No me puedo inventar uno, porque cualquier otro número que le asigne es otro número no es un montón...quizá un montón es un conjunto de números y para escribirlos debo ponerlos juntos ¿o no?